El pleno de DPZ ha aprobado por unanimidad la propuesta de CHA, defendida por nuestro compañero Bizén Fuster, para que el gobierno central incluya las estaciones de Calatayud  y Zaragoza entre las beneficiadas por el nuevo servicio de Alta Velocidad a bajo coste, denominado  EVA, en el corredor Madrid-Barcelona,  por las indudables ventajas de todo tipo que supondría para las personas usuarias del ferrocarril en Aragón.  Fuster señala que nos parece increíble que el Gobierno de Rajoy no haya incluido, desde el principio, a Zaragoza y a Calatayud en las paradas de este tren, cuando sí han previsto parada en la estación de Camp en Tarragona, por lo que la decisión estatal es un nuevo agravio comparativo con Aragón que no tenemos por qué aguanta.

El Ministerio de Fomento anunció el pasado 6 de febrero de 2018 su intención de implantar este nuevo servicio de alta velocidad ferroviaria “a bajo coste”. En una primera fase funcionaría en el eje Madrid-Barcelona con una frecuencia de cinco trenes al día, ofreciendo toda una serie de ventajas para quien lo utilice, desde el coste del billete, aproximadamente un 25% más barato que la tarifa habitual de AVE, hasta diferentes innovaciones tecnológicas en la contratación del billete o en los propios servicios de los convoyes, como servicios wifi, por ejemplo, con el objetivo final de mejorar el servicio y atraer nuevas personas usuarias al ferrocarril.

De hecho, según se indica desde fuentes oficiales de Renfe, se conseguirá que “al menos 400.000 personas viajeras que utilizan vehículo propio normalmente para el trayecto Madrid-Barcelona utilicen en un futuro el tren, y que hasta 250.000 personas se sumen al uso de la alta velocidad motivados gracias a la implantación de este nuevo servicio”.

Sin embargo, ya se anunció públicamente la decisión de establecer una parada intermedia de este servicio en la estación Camp de Tarragona, con el objeto de favorecer también a las personas que utilicen este servicio, mientras que las estaciones ubicadas en Aragón dentro de este trayecto, Zaragoza y Calatayud, quedarían, de momento, excluidas de estos beneficios. Posteriormente el Ministro de Fomento respondió al rechazo unánime procedente de Aragón diciendo que el EVA parará en Delicias si hay demanda.

A fecha de hoy, el Gobierno Central no se ha comprometido con Aragón por lo que desde CHA queremos que estas mismas ventajas lleguen a Zaragoza y a Calatayud ya que  permitirían una mejora en la movilidad, tanto en las comunicaciones de Aragón con su entorno geográfico como en la propia vertebración de su territorio. Además, contribuiría al incremento de la actividad económica y turística, y más teniendo en cuenta que en este sector, el turístico, Aragón alcanzó en 2017 cifras de récord histórico situándose en el noveno lugar en el ranking autonómico (3,7 millones de personas viajeras y casi 8 millones de pernoctaciones).  

Por este motivo, la moción aragonesista incluye además un segundo apartado que también se ha aprobado que incluye estudiar la posibilidad, conforme avance el proceso de implantación de esta modalidad en los diferentes ejes ferroviarios, de incluir a todas las estaciones con servicios de Alta Velocidad ubicadas en Aragón.

Tal y como ha remarcado Bizén en el pleno, Zaragoza aporta a la actual línea AVE Madrid-Barcelona, que es la de mayor uso, el 20% de sus pasajeros totales, con 2.000 personas al día yendo a Madrid y 1.500 yendo a Barcelona, un nivel de demanda que convierte a estos trayectos en dos de los más rentables del Estado. Además, según datos recientes de uso anual de AVE, Madrid Atocha lidera el ranking de utilización anual con 14,6 millones de personas usuarias, seguida de Barcelona Sants con 6,3 y Sevilla Santa Justa con 3,2.

CHA recuerda que ya han ocurrido menosprecios similares en el pasado reciente, por ejemplo en la reclamación de un servicio más barato de AVE en 2005 por su alta demanda, la reclamación del AVE a Marsella, que llegó siete meses después de su puesta en marcha o la espera del servicio de Alta Velocidad a París. Como ha concluido Bizén, Aragón de nuevo tiene que movilizar a su ciudadanía para solucionar sus problemas y luchar contra reiterados perjuicios tanto en el ámbito de la alta velocidad como de las cercanías.