Artículo de nuestro compañero Javier Carbó, alcalde de Escucha y diputado provincial.

Los pasados meses se han vivido con preocupación en las comarcas mineras del país la decisión de la Unión Europea de no subvencionar más la compra de carbón autóctono. En Teruel, todavía es la base de la economía de muchos municipios, esta incertidumbre sobre el futuro del carbón se ha traducido en protestas, manifestaciones, encierros y jornadas de huelga general reclamando a Bruselas una solución que garantice el futuro para nuestros pueblos. 

Tras la decisión de la Comisión Europea de aprobar el ansiado decreto del carbón que obliga a las compañías eléctricas a seguir comprando mineral autóctono hasta 2018, el horizonte se ha despeja un poco.

Este paso, aunque positivo, no es la solución definitiva al futuro de las comarcas mineras, debemos seguir luchando porque nuestras explotaciones mineras permanezcan abiertas más allá del límite fijado en el año 2018. Se debe apostar por una reserva estratégica del carbón que sitúe al carbón nacional como una garantía o una barrera frente a la dependencia energética de otros países. Debe fomentarse que las compañías eléctricas sigan quemando el carbón autóctono. Y es obligado impulsar la investigación, desarrollo y aplicación de nuevas tecnologías que disminuyan las emisiones de CO2 y la reducción de otros impactos ambientales que la minería conlleva.

CHA reclamamos un plan de reindustrialización de las comarcas mineras; solo en nuestra comarca se han perdido más de 450 puestos de trabajo. Exigimos más control de las subvenciones y el uso de estas. Los recursos que se destinen para generar empleo deben gestionarse con transparencia y pensando en la mejora del conjunto de la ciudadanía y no en réditos electorales. Si no se impulsan iniciativas, las comarcas van a quedarse desiertas y para eso hay que apostar por iniciativas comarcales favoreciendo la creación de Pymes y apostar por los recursos y posibilidades autóctonas.

Si no se buscan alternativas sólidas, lo único que habremos conseguido con la aprobación del decreto del carbón hasta 2018, es prolongar la agonía de las comarcas mineras».

Este artículo de opinión lo publicábamos en diciembre de 2010 en un Charremos local. Hoy, a las puertas de 2018 y del fin de este último plan, la incertidumbre del sector minero y el futuro de nuestros pueblos es claramente peor. Esto nos tiene que hacer reflexionar.

Publicado en La Comarca el 25.06.17