Es posible que cuando lean estas líneas los bienes de Sijena, las 97 piezas, estén ya en Aragón. !Ojalá!, pero lo que de momento es seguro son todas las sentencias, reivindicaciones, incoherencias políticas y las contradicciones, demasiadas contradicciones, que nos ha dejado esta “andadura” por la recuperación de nuestro patrimonio. Lejos de atender criterios culturales, sociales y patrimoniales o respetar las decisiones judiciales, se han querido buscar enfrentamientos territoriales, pero “la fractura” resulta que estaba con más fuerza, aunque más oculta a los “focos mediáticos”, entre los propios partidos políticos de ámbito estatal.

Todos y cada uno de ellos, sin diferencias entre “la nueva y la vieja política”, entre “la izquierda y la derecha”, ha demostrado públicamente que han sido capaces de decir en este tema, como en los poemas de Benjamín Prado, «Lo mismo y lo contrario» y «34 mentiras más”…

Solo seleccionaremos las más recientes como ejemplo demostrativo de lo ocurrido durante todo este proceso: Este mismo mes de diciembre hemos conocido como Podemos va a presentar en el Senado una serie de preguntas al Gobierno “para saber el motivo por el cual el Ministro responsable, Iñigo Méndez de Vigo, no ha recurrido la sentencia del Juzgado de Primera Instancia de Huesca relativa a la devolución de los bienes de Sijena a Aragón». Y la argumentación política en la que basan dicha iniciativa es clara: “Es una muestra más de la interpretación favoritista (sic) que hace el Gobierno del artículo 155, para forzar el retorno de las obras». Mientras, en el Palacio de la Aljafería, dicen, en ocasiones, todo lo contrario.

Y nos vamos a la derecha: PP y Ciudadanos votaron este mismo mes en el Consell del Segrià a favor de que las obras de Sijena del Museo de Lleida se queden en la capital de la comarca, argumentando que “es un patrimonio que no se debe disgregar puesto que crearía un precedente a aplicar a otros museos”. Cristina Latorre (Cs), añadió que “lo mismo da que esté en una u otra parte de España”. Hasta el propio candidato del PP a la Presidencia de la Generalitat, Xavier García Albiol, dijo que “no le gustaba que las obras de arte volviesen a Sijena”. Eso sí, al otro lado de la muga dicen ser los defensores máximos de la vuelta de esta parte del patrimonio histórico-artístico aragonés.

Acabamos este «repaso» por el PSOE, que tampoco desmerece este “carrusel de contradicciones”, basta ver las declaraciones del alcalde de Lleida, Ángel Ros, durante las últimas semanas en las que ha manifestado tener la «esperanza» de que “no se acabe cumpliendo la sentencia y que, por tanto, las obras de Sijena sigan en Lleida”.

¿Todavía siguen pensando que no son necesarios partidos políticos que tengan su corazón sintiendo solo por Aragón y su cabeza pensando primordialmente en las necesidades de nuestro país?

¿Acaso no resulta importante que Chunta Aragonesista, que sí tiene su corazón y su cabeza en Aragón , recuerde a Podemos, CS, PP, PSOE, ERC, CUP y PDCAT que lo que todo ellos hacen contra el regreso de los bienes de Sijena legitima el expolio llevado a cabo por unas instituciones catalanas (Generalitat, MNAC, Museo, Ayuntamiento y Diputación de Lleida) que se han aprovechado de la guerra civil provocada por un golpe de Estado, de los usos y abusos del “colonialismo eclesiástico” del obispo de Lleida y de unas mal utilizadas competencias en materia cultural para apropiarse del patrimonio histórico-artístico de un Monumento Nacional aragonés que, teóricamente, era intocable?

Y todo sin olvidar que el patrimonio de los pueblos, por su potencial económico para el sector turístico y cultural, es también un factor de oportunidad para mantener la vida en nuestro medio rural aragonés.

Sijena tiene que ser el “aldabonazo” para seguir trabajando en la recuperación de los más de 8.000 bienes culturales aragoneses que se encuentran en colecciones y museos fuera de Aragón -como el Museo del Prado, el Arqueológico, el Lázaro Galdiano, el Nacional de Arte de Cataluña, el Diocesano y Comarcal de Lérida, el de Santa Cruz de Toledo, etc.- y estadounidenses -como el Metropolitan Museum de Nueva York, el Fine Arts de Boston o el Philadelphia Museum of Art-, además de contar con obras aragonesas en colecciones y museos franceses, ingleses, rusos, checos, canadienses y cubanos, entre otros…

Forman parte de nuestra seña de identidad, también son Aragón.