Miguel Martínez Tomey, responsable de Asuntos Europeos de CHA, considera que la UE tiene la oportunidad de variar su política ante el problema de la despoblación, por ello, la campaña ciudadana que reclamaba presentar alegaciones es toda una llamada de atención ante sus responsables. Consideramos que ha llegado el momento para que la UE atienda a los problemas, necesidades y demandas de una parte de su población, que está sufriendo una lacra que vacía muchas de sus comarcas . Como administrados europeos tenemos derecho a reclamar con toda nuestra energía, y de ahí pedimos que se atiendan las alegaciones recogidas en la plataforma change.org bajo el lema, «Exígele a Europa que se moje y actúe contra la despoblación: Para que nuestras comarcas tengan las mismas oportunidades que el resto de los europeos, ¡por la supervivencia de tu pueblo!»

A juicio de CHA, la Comisión Europea tiene que atender las recomendaciones del Parlamento Europeo, así como del Comité Europeo de las Regiones sobre esta materia, que incluía propuestas concretas para atender la realidad de las zonas europeas, que como Aragón, sufren la lacra de la despoblación. Es, por tanto, el momento de atender las alegaciones que expresan la angustiosa llamada de nuestras comarcas para que absolutamente todos -Europa incluida- asuman su parte de responsabilidad en la tarea de hacer que éstos también tengan derecho
a un futuro y a continuar existiendo.

Adjuntamos la alegación tipo enviada a la Comisión europea:

a. La propuesta de la Comisión Europea ha ignorado el desafío
demográfico que afronta la Unión Europea, especialmente en lo que
afecta a las zonas rurales con desventajas demográficas graves y
permanentes, desatendiendo el Dictamen del Comité Europeo de las
Regiones — La respuesta de la UE al reto demográfico (2017/C 017/08)
y la Resolución, de 14 de noviembre de 2017, sobre el despliegue de
los instrumentos de la política de cohesión por parte de las regiones
para afrontar el cambio demográfico (2016/2245(INI)).

b. La Comisión sigue manteniendo una interpretación muy restrictiva
del artículo 174 del TFUE al limitar el concepto de «zonas con
desventajas geográficas o demográficas graves y permanentes» a cuatro
supuestos (regiones más septentrionales con una escasa densidad de
población y regiones insulares, transfronterizas y de montaña) a pesar
de que aparecen citados solo como ejemplos, no como los únicos casos
posibles. Se han hecho propuestas concretas y realistas que
permitirían una aplicación del mandato del art. 174 más plena y
ajustada a la realidad del desafío demográfico, como la presentada por
el eurodiputado Marcellesi a las Instituciones de la UE o como la de
la red de Áreas Escasamente Pobladas del Sur de Europa (SSPA).

c. Las experiencias más exitosas de restablecimiento del equilibrio
demográfico en las áreas rurales escasamente pobladas y con
desventajas demográficas graves y permanentes (notablemente en las
Tierras Altas de Escocia) demuestran que es necesario superar el
concepto de desarrollo rural que impera en la UE y que reproducen en
sus propias políticas los Estados miembros. Es un concepto
esencialmente basado en el sector primario, que representa tan solo un
2% de la riqueza que se genera en la UE por lo que no ha conseguido
retener a la población en las zonas más desfavorecidas. Ese fracaso
contrasta con la visión y el esfuerzo en diversificación económica
realizado allí donde se ha superado el enfoque agrícola y se han
abierto nuevas actividades en industria y servicios, logrando
recuperar el buen tono económico y fijar población joven y femenina en
el medio rural.

d. A pesar de ello, son positivos los esfuerzos realizados por la
Comisión para simplificar las normas y procedimientos, rebajar la
carga burocrática, incrementar el peso de la participación de la
sociedad civil en los mecanismos de planificación, ejecución y
evaluación de las acciones, reforzar el papel de los grupos de acción
local y el desarrollo local a cargo de las comunidades locales, las
estrategias de desarrollo local y las inversiones territoriales
integradas (ITI), así como a otras iniciativas de apoyo a las
herramientas territoriales. Pero sin un pronunciamiento explícito
recogido en los reglamentos, nada de ello garantiza por sí mismo que
el resultado final de esas mejoras asegure el cambio que necesitan
urgentemente nuestras áreas despobladas, para las que más de tres
décadas de política de cohesión territorial europea han pasado de
largo sin conseguir detener su decrecimiento económico y su
consiguiente sangría demográfica.

Por todo ello, ruego que la Comisión reformule su propuesta para que:

1. Sin necesidad de renunciar a los cinco objetivos políticos
enunciados en la misma, introduzca como objetivo común transversal a
todos ellos la consecución de un desarrollo económico y social
diversificado y el equilibrio demográfico para las áreas rurales que
sufren desventajas demográficas graves y permanente, según la
definición que dicho concepto adopte cada Estado miembro en ausencia
de una definición común para toda la UE.

2. Desglose del paquete de financiación atribuido a cada Estado
miembro («national envelope») la cuantía adicional resultante de
aplicar el factor de baja densidad de población en la fórmula de
financiación y establezca la obligación de que dicha cuantía quede
afectada en exclusividad y como umbral mínimo de financiación para
inversiones en las zonas escasamente pobladas existentes en cada Estado.