Transcribimos, por su interés, la entrevista realizada por María Quílez, para La Comarca, a nuestro compañero y candidato a las Cortes de Aragón por la circunscripción electoral de Teruel, José Manuel Salvador Minguillón.
José Manuel Salvador Minguillón (Zaragoza, 1979) es licenciado en Geografía. Tras finalizar la carrera decidió regresar al pueblo de su madre, Ejulve. Ahora reside en Alcorisa. Desde 2007 es técnico de desarrollo rural de la Asociación para el Desarrollo del Maestrazgo (ADEMA). En 1998 comenzó a militar en las antiguas juventudes de CHA. En 2003 fue elegido concejal de Ejulve y fue alcalde entre 2007 y 2011. Ha sido consejero de Medio Ambiente de la comarca durante tres legislaturas. Es promotor del Festival Carrasca Rock y la Plataforma «Nuestros montes no se olvidan».
¿Cómo decide tomar la decisión de encabezar la lista de CHA para las Cortes en la provincia de Teruel? Por compromiso y responsabilidad tanto con mi partido político como con mis vecinos y con la propia provincia. Además, voy a hacer cuatro legislaturas en el Ayuntamiento de Ejulve y entiendo la política como una manera de cambiar las cosas. Entiendo que tengo que dejar paso en el Ayuntamiento y valoré con los compañeros la posibilidad de presentarme a las Cortes. Un reto también para CHA porque solamente hemos conseguido representación por Teruel en 2003.
¿Qué balance hace de esta última legislatura? En mi caso reivindico abiertamente que el espacio político de CHA, a pesar de que los resultados no fueron positivos en 2015, tiene que continuar, porque es útil para Aragón y para Teruel. Creo que en estos cuatro años hemos demostrado muchas cosas en el Gobierno de Aragón, en una situación bastante complicada, por ser pocos diputados y un socio de gobierno minoritario.
¿Algún ejemplo? Apostar por una política cercana, por atajar los problemas de raíz. Hemos llevado a cabo la política de verdad, la de acercarse al ciudadano en las pequeñas cosas. Teniendo en cuenta que los grandes mensajes políticos no han favorecido a Teruel, sino al revés. Es el ejemplo que hemos dado.
El trabajo de José Luis Soro como consejero de Política Territorial ha sido muy visible en el territorio. Ha recorrido los pueblos y participado en muchos actos. ¿Cree que puede influir esto de cara a los resultados? Es un factor importante, sí. Pero no es el único. Hay que plantear abiertamente a la gente que CHA puede ser un proyecto útil, viable y con resultados positivos para Teruel y Aragón. Creemos que estamos en buena posición, pero no hay nada hecho.
Podemos e IU confluyeron en 2015 consiguiendo muy buen resultado en Teruel. ¿Cómo cree que puede afectar a CHA la posible unión, de nuevo, de ambas formaciones? Es un espacio político más en el que participar. CHA es el único partido que defiende el aragonesismo de izquierdas y por eso no se puede perder. Apuesto por la pluralidad de opciones. Además esperamos buenos resultados para ambos y alcanzar pactos posteriores.
¿No cree que un buen resultado para Unidos Podemos en Teruel pueda reducir las opciones de CHA? Todos estamos en el espectro de la izquierda y somos opciones diferentes, nadie ha metido todavía la papeleta en la urna y los resultados condicionarán los pactos post-electorales y los gobiernos.
Hablemos de los temas más importantes para el territorio. Es inminente el desenlace fatal de la Térmica. ¿Qué propone CHA? Entendemos que la transición energética y el final carbón no lo podemos cambiar. Pero los planes llevados a cabo no han sido suficientes para generar esperanza con respecto al futuro de la zona. Defendemos un nuevo plan de siete años, hasta 2025, para generar alternativas reales. Que se aborden nuevas estrategias que se diferencien del modelo de gestión del Plan Miner, que partan desde el territorio.
Pero, ¿cómo mantenemos la Térmica hasta 2025 si Endesa no invierte? ¿Son partidarios de concederle ayudas a la Térmica? No, lo que defendemos es una negociación moratoria hasta 2025 con Europa. Ir a Bruselas a convencerles de que nos den una última oportunidad porque somos capaces de resolver esa transición justa en siete años.
¿Qué hacemos con la despoblación? La despoblación afecta a muchas zonas de Aragón y a todo Teruel. Y hay problemas que hay que resolver de inmediato, como la brecha digital o la capacidad de tener más acceso a la vivienda en municipios pequeños. Tenemos que luchar porque no se mire la rentabilidad de los servicios porque si no, nos quedamos sin ellos. Los servicios digitales dignos son fundamentales.
También hablan del estigma cultural. Hay un estigma que tenemos que quitarnos todos, también los que vivimos aquí. Parece que la gente que se queda en el pueblo no evoluciona, que solo se quedan los que no pueden salir fuera. Yo tuve la suerte de poder venir y me siento realizado, a nivel laboral y personal. Por ello, es importante contar con la participación de esta gente joven que decide quedarse en las asociaciones, en la vida cultural de los pueblos… Hay que alzar los brazos porque si no participamos los que tenemos una vida por delante en el territorio, otros van a tomar decisiones por nosotros.
Pero las oportunidades son escasas. No se está revitalizando el medio rural. Uno de los problemas importantes es el relevo generacional. Hay empresas viables que tienen que cerrar porque sus propietarios se jubilan. Puesto que la juventud ahora no tiene capacidad adquisitiva, sería importante poner en marcha ayudas, incentivos y planes desde las administraciones para que esos negocios no tengan que cerrar.
Para ello hay herramientas como el FITE, en tela de juicio tras el último informe de la Cámara de Cuentas. ¿Qué opina de la gestión? Que es manifiestamente mejorable. El reparto del FITE responde a intereses de demandas que tenían que ser asumidas por DGA. Es importante que se gaste, pero también elegir un modelo adecuado para aplicarlo. Hay gente muy buena trabajando en el desarrollo de Teruel, pero tenemos tal amalgama de administraciones, gestiones y trabas, que la gente se rinde. Tenemos el ejemplo en las tierras altas de Escocia, donde se creó una agencia de desarrollo para abordar de forma integrada los problemas de la despoblación, intentando ayudar a cooperar a los técnicos que están trabajando en el territorio. Si se consigue generar una dinámica de presentar proyectos conjuntos posibilitaría poner en marcha iniciativas ambiciosas.
¿Qué opina del dinero del FITE que se destina a MotoGP? Creemos que Motorland tiene una parte muy importante que es Technopark y tenemos que intentar generar un nodo de empresas allí. Con respecto a MotoGP, la infraestructura está hecha. Sí que vemos excesivo es que todos los años tengamos que pagar un canon de más de 7 millones de euros. No decimos que no se haga, pero habría que estudiar de qué manera no fuera tan agresiva para las arcas públicas.
Pero si hasta ahora no se ha conseguido desarrollar el parque, sin MotoGP, ¿cómo van a vender Technopark? Si los 8 millones se destinaran a Technopark otro gallo nos cantaría… Pero volvemos a lo mismo, si queremos futuro en el territorio hay que ver más allá. Creemos, por ejemplo, en los parques eólicos que se están proyectando en las cuencas mineras. Pero también en la mejora y proyección de espacios naturales que generen empleo, mejoren la diversidad, luchen contra el cambio climático… No podemos asumir que la única opción para quedarse sean las granjas de cerdos.
Pero las granjas de cerdos crean cientos de empleos. Los molinos sólo los crean en fase de construcción y, la mayoría, vienen de fuera del territorio. No estoy en contra, aunque todo en exceso acaba siendo malo. Simplemente digo que hay que apoyar todo tipo de iniciativas y más las sostenibles, que supongan mantener la riqueza del territorio. Por ejemplo, hay que apoyar también el ganado extensivo de ovino o de caprino, la gestión del paisaje y del territorio es fundamental…
Por último, ¿cómo reivindicamos las autovías y el corredor? Debemos de trabajar en común para conseguir el desdoblamiento de la A-68, el corredor Cantábrico- Mediterráneo y todas las infraestructuras que afectan a la provincia en su conjunto. No podemos caer en luchas cainitas entre Teruel y el Bajo Aragón porque no conseguiremos nada.