Soro destacó la importancia de la implicación de la ciudadanía en la apuesta por el recreacionismo histórico. Asistió, junto a Joaquín Palacín, a los actos del XVII Homenaje a Guillem de Mont-Rodón, maestre templario tutor del rey Jaime I durante su estancia en la fortaleza montisonense entre 1214 y 1217. El consejero participó en los actos de recreacionismo en Monzón, Fiesta de Interés Turístico de Aragón. Señaló que las fiestas de recreacionismo hay que vivirlas, “no vale con verlas en un folleto” y, añadió, «que para que funcionan como reclamo turístico deben ser rigurosas y que se vuelque la gente y que haya gran implicación de los vecinos de la localidad».
Para el consejero se trata de una celebración “muy acertada, que rinde homenaje a una figura, posiblemente muy desconocida pero muy importe para la historia de Aragón” y ha explicado “la actuación clave de Guillem de Mont Rodón, que rescató al pequeño rey Jaime y le educó”. “Sin su actuación las cosas en Aragón habrían discurrido de una forma muy diferente” ha concluido Soro. En su intervención durante el acto institucional de homenaje ha destacado la importancia de la protección del pequeño rey en Monzón pero, también, el importante papel de la educación que impartieron en esos años. El recreacionismo hecho con rigor es un producto turístico imprescindible en el calendario aragonés que “además desestacionaliza la oferta”.
Monzón se convirtió en un ejemplo de historia viva, con una gran implicación de los vecinos que se han vestido de época en mucho mayor número que en ediciones pasadas. En la fiesta también participaron asociaciones recreacionistas con pasado templario como Caravaca de la Cruz, Ágreda, Muret (Francia), Castellón o las aragonesas de Graus, Huesca o Teruel.
El Homenaje comenzó con la apertura del mercado artesanal con un centenar de puestos, lo hizo que la localidad volviera sobre su historia.