«Aragón es un país extenso y rico en tradición oral, transmitida a lo largo de generaciones y que, en ocasiones, puede llegar a perderse por el simple paso del tiempo, por la desidia institucional o el poco rigor a la hora de su traslación a los documentos oficiales.  Eso ha pasado a lo largo del tiempo con nuestros topónimos. Su transcripción en escrituras notariales y catastrales y, más recientemente en la cartografía, no siempre se ha realizado con rigor, lo que ha conllevado una deformación, cuando no pérdida, de parte de nuestro patrimonio inmaterial, de gran riqueza, y que forma parte de nuestras raíces más profundas y de nuestra identidad.

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La toponimia es un reflejo de la lengua viva y cada topónimo guarda las vivencias y los recuerdos de toda una comunidad humana. En nuestro país, el Nomenclátor Geográfico de Aragón recoge 804.601 topónimos, lo que da idea de la importancia de un fiel reflejo de los mismos.

En el caso de los topónimos pirenaicos, ante la degradación producida por diversos factores, hemos querido, desde el Departamento del Gobierno de Aragón que dirijo y a través de la Dirección General de Ordenación del Territorio, impulsar, de una manera científica y participativa, la fijación de los nombre oficiales de los “tresmiles” de nuestro Pirineo.

La propuesta, aprobada por el Consejo Cartográfico de Aragón, ha sido elaborada por la Comisión Asesora de Toponimia de Aragón, en la que participan el director general de Ordenación del Territorio, Joaquín Palacín; el director general de Política Lingüística, José Ignacio López Susín; el director general de Administración Local, el director del Instituto Geográfico de Aragón, representantes de la Universidad de Zaragoza, de los Institutos de Estudios Turolenses y Altoaragoneses, de la Institución Fernando El Católico y  otros expertos en toponimia de Aragón.

Este trabajo realizado es un primer paso y una obligación para nosotros, pues nuestra participación en el gobierno, debe servir también para velar por nuestra tradición y nuestra cultura, por nuestro patrimonio inmaterial, para conservarlo, recuperarlo, difundirlo y animar a utilizarlo, para transmitirlo así a las generaciones venideras de aragonesas y aragoneses, para que se sientan orgullosos del trabajo realizado por quienes les han precedido».

JOSÉ LUIS SORO