José Luis Soro, se ha reunido, junto con el director general de Ordenación del Territorio, Joaquín Palacín, con representantes de las empresas de turismo activo de la zona de La Galliguera. En la reunión han estado presentes Inés Dewulf, presidenta de la TDA; Chema Sopeña como Presidente de la Asociación Reino de los Mallos; Adolfo Fernandez, Marta Castán y Santi Castán como representantes de la asociación de empresarios de Murillo de Gállego. El objetivo de la reunión ha sido trasladar al consejero la preocupación por la destrucción de un modelo de desarrollo, basado en los deportes de aventura en el río Gállego, que se produciría con el embalse de Biscarrués. 

José Luis Soro explica que “en torno al Gállego se ha construido, en torno a sus aguas bravas, un destino turístico único, irrepetible y de gran calidad” y ha explicado que “un turismo que genera empleo, empresas y puestos de trabajo en el medio rural, no solo en la Galliguera sino en las comarcas alrededor, y, además, con una presencia femenina muy importante”. Esta actividad genera, tal y como señalan los representantes de las empresas, 200 puestos de trabajo directos y de más de 500 indirectos solo en la zona afectada.

Para Soro “con la construcción del embalse las empresas de turismo activo tendrán que cerrar, se destruirá empleo y se acabará en turismo en la zona”. Para el consejero, la propuesta del embalse supone además, ir en contra de la línea general de trabajo del Gobierno de Aragón que está impulsando medidas contra la despoblación “no esforzamos para buscar soluciones a la despoblación y en este lugar, en el que tenemos una oportunidad de futuro, el embalse vendrá a acabar con el empleo que existe”.

El consejero Soro ha explicado que desde el ámbito del turismo “les vamos a dar todo el apoyo, comprendemos lo irracional que es que en un lugar en el que se tiene la oportunidad de desarrollarse, se vaya a terminar con todo esto por un embalse que, además, tiene alternativas”.

Inés Dewulf, como representante de los empresarios en la zona, ha explicado que la construcción del embalse significará la destrucción del empleo en la zona y las actividades turísticas. Tal y como ha detallado el proyecto terminará con el 60% de la zona que se emplea para la práctica deportiva y, específicamente, con la zona que sirve para las actividades adaptadas a escolares o a un turismo más familiar. En estos momentos hay un contencioso en curso y se espera la sentencia. Además, se ha informado de la intención de convocar protestas de tipo social.