Menudo panorama que nos viene esta primavera… Elecciones al Congreso y al Senado el 28 de abril. Elecciones municipales, autonómicas y europeas el 26 de mayo. Nos parecía poco una campaña electoral, que ahora vamos a tener dos seguidas, prácticamente solapadas. La ciudadanía se enfrenta a un ciclo electoral maratoniano, cargado de tensiones y mensajes contrapuestos, con la necesidad de tomar decisiones en ámbitos políticos muy diferentes entre sí. Un auténtico reto para todos, tanto para los partidos políticos como para los votantes.

Un primer apunte para la ciudadanía. Ejercer el derecho al voto se antoja fundamental en las dos citas electorales. Valorar adecuadamente cual es la mejor opción para tu municipio, para las Cortes de Aragón, para el Parlamento Europeo, y de regalo tener que tomar la decisión también un mes antes para el Congreso y para el Senado, pues qué quieren que les diga… Hasta a mí me parece difícil. Ante todo no quiero desanimar a nadie, la participación es muy importante y más en este momento, donde se están poniendo en cuestión asuntos claves como los derechos sociales de las mujeres o el propio modelo de Estado con las Comunidades Autónomas. Así que a votar, es importante y necesario.

Un segundo apunte para los partidos políticos. A mí me toca encabezar esta vez la lista de las Cortes de Aragón por Teruel de Chunta Aragonesista, ya se anunció en septiembre del año pasado y todavía no tengo claros los candidatos de otras siglas por la circunscripción de Teruel. Respetando escrupulosamente los tiempos y los procesos de cada partido político, me hago la siguiente pregunta: ¿Estamos siendo honestos con el electorado? ¿Estamos rehuyendo la responsabilidad de ser claros y consecuentes con los votantes? Es que no termino de comprender las piruetas y las discusiones sobre si somos galgos o podencos a dos meses de las elecciones.

Ante todo, quiero ser un buen representante de los turolenses, que defienda los intereses de los que habitamos estas tierras, frente al ruido político que nos aísla y nos hace prácticamente invisibles. Y lo hago desde un proyecto político muy válido para ese cometido, Chunta Aragonesista. También se puede hacer política desde abajo, con otros tonos, otros mensajes y con más honestidad y dignidad. Y lo quiero demostrar.