Después del inolvidable 8 de marzo del 2018, llega este nuevo año 2019, con todavía más incertidumbre si cabe, a las puertas de unas Elecciones Generales, y con el resultado de las elecciones andaluzas aún latente. Parece que cuando avanzan los derechos de las mujeres, y sobre todo cuando salimos a la calle TODAS UNIDAS, esta reacción colectiva hace temblar los sentimientos patriarcales más ancestrales, si volvemos a escuchar los argumentarios más rancios, relegados ya en baúl de los recuerdos, de una España en blanco y negro que ya muchas mujeres ni recordamos, quiere decir que hemos sacudido la sociedad.

 Cuando tienen que subir a una tribuna a defenderse, lo estamos haciendo bien. Por ello, ni un paso atrás compañeras. Tenemos que ir a la  huelga el 8M  para algo tan simple como reclamar igualdad real de oportunidades y derechos entre hombres y mujeres. ¿De esto tienen miedo? ¿O de ver las calles repletas y atestadas de mujeres?. Esa es la verdadera razón de sus reacciones contra nosotras, porque somos las que podemos realizar el cambio más importante en la sociedad del siglo XXI.

Mujeres, somos la mitad de la sociedad actual y tenemos los trabajos más precarios, el nulo reconocimiento como cuidadoras, como trabajadoras en el ámbito doméstico, todo esto aún más acentuado en el mundo rural donde pertenecemos, más expuestas a la pobreza por todo lo mencionado y además nos matan y nos violentan por ser simplemente mujeres.

Frente a todo esto allí estaremos otro 8M,  con más energía si cabe, con más razón cuando sin todavía haber alcanzado una sociedad igualitaria quieren ya recortar o simplemente erradicar lo conseguido. Llenaremos las calles, demostrando que si nosotras paramos, se para el mundo.