Se ha dado a conocer, en una presentación en la DPZ, el hallazgo de un yacimiento medieval en Lobera D’Onsella, municipio del que es alcalde nuestro compañero, Chabier Mayayo Artigas. En el acto han intervenido el propio alcalde, el diputado provincial Bizén Fuster y el arqueólogo responsable de las excavaciones y estudio de las mismas, el decano del Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras de Aragón, José Ignacio Lorenzo. El descubrimiento ha tenido lugar en el denominado Cerro de San Miguel, en donde, al parecer, se esconde un importante yacimiento de tumbas medievales de las que ya se han descubierto un total de 17, aunque se sigue trabajando en busca de otras fosas y otras posibles construcciones y trama urbana.
El hallazgo de estas tumbas se remonta a enero de 2014, aunque se han hecho públicos una vez conocidos los resultados de la datación tras haber sido calibradas las muestras en laboratorios de Estados Unidos con la prueba del carbono 14.
Chabier Mayayo ha recordado que ya se tenía constancia de que en distintos puntos cercanos había tumbas y en este caso se comprobó que eran antiguas, por lo que adoptaron las medidas necesarias para preservarlas a la espera de disponer de fondos, en este sentido, José Ignacio Lorenzo, ha destacado que en los trabajos en los enterramientos del cerro de San Miguel se ha dado una plena colaboración de todas las instituciones para poder llevar a cabo el estudio científico de los hallazgos.
Ha recordado que la DGA ayudó con la aportación de personal, el consistorio colaboró en las tareas de excavación y finalmente la DPZ fue la que aportó la ayuda económica a través de subvención para poder datarlo y darlo a conocer ahora.
Lorenzo ha resaltado que el yacimiento de Lobera de Onsella cuenta con particularidades que lo hacen interesantes tanto a nivel nacional como internacional. Una de las particularidades es que las tumbas tienen una antigüedad que las sitúa entre los siglos X y XI, entre los años 943 y 1034, por lo que se trata de una datación muy antigua, ya que la primera fecha remontaría hasta los orígenes del Reino de Aragón y la segunda sitúa el enterramiento más antiguo que había hasta ahora en el Corral del Calvo en Luesia.
Otro aspecto destacado es que las tumbas no están construidas como era habitual con lajas de piedra hincadas, sino que son losas superpuestas con la técnica de piedra seca. Todas las tumbas que ya han podido analizar mantienen una misma tipología y ahora los esfuerzos los van a centrar en tratar de localizar la ermita de San Miguel de la que formaría parte la necrópolis. Además trabajan en la hipótesis de que se trataría de un barrio de Lobera de Onsella.
Uno de los objetivos que se ha marcado es comprobar la extensión de la necrópolis y ver si se puede llegar a una muestra de treinta individuos que es el considerado óptimo en los estudios de paleoantropología.
Se ha celebrado en Lobera una jornada organizada por el ayuntamiento y la Asociación Cultural Sesayo, impulsora de los estudios, en la que José Ignacio Lorenzo ofreció una conferencia sobre el hallazgo, posteriormente se realizó una visita guiada al yacimiento.