En breves días entraremos en septiembre…, y este septiembre va a ser muy diferente para Chunta Aragonesista, comparado con los otros septiembres anteriores. En septiembre empiezan los años “naturales”, es decir los que con sentido común son años naturalmente para trabajar.
Y este septiembre 2017 se acabará en septiembre de 2018, cuando ya todo lo habremos sembrado, regado, abonado y recogido, listo para ser vendido en el mercado de las elecciones.
Entramos pues en el septiembre definitivo, donde además de seguir trabajando al mismo agotador ritmo de estos años, nuestros representantes en todas las instituciones aragonesas van a empezar a ponerse a redactar mentalmente los balances, para empezar a sospechar si la cosecha ha sido buena o regular.
Habéis trabajado mucho todxs, sin duda, habéis demostrado que lo sabéis hacer muy bien. Pero en todas las empresas los departamentos de ventas son tan importantes como los departamentos de fabricación. Nada es posible ser considerado bueno, si los clientes que lo tienen que comprar no lo entienden como bueno, no lo admiten como diferente y útil, no son capaces de mantenerse fieles al servicio.
La política —y perdonar estas palabras— es también un producto. Podemos —y casi debemos— pensar que no es así, para seguir limpios de interferencias capitalistas. Pero cuando toca presentarse al examen de los que deciden si hemos aprobado o suspendido…, o somos capaces de comprender sus intenciones y necesidades, o somos capaces de explicarles lo que hemos hecho y lo que nos ha motivado a realizarlo…, o no nos compraran nuestros maravillosos productos ideológicos.
La sociedad aragonesa necesita a CHA, sin duda. Y CHA necesita a la sociedad aragonesa, pues decidió hace ya suficientes años que éramos un partido político y que nos presentaríamos dos veces cada cuatro años al examen de fin de curso. ¿Hemos hecho bien los deberes? ¿están bien ordenados para ser presentados ante los examinadores? ¿queremos ascender de curso? Es que en breves días entraremos en septiembre.
Julio Puente