Con nuestro presidente, José Luis Soro, encabezando una nutrida representación de CHA, junto a numerosos componentes del Consello Nazional, diputados provinciales, alcaldes y alcaldesas, concejales y concejalas, consejeros y consejeras comarcales y compañeras y compañeros de numerosos Ligallos, hemos asistido a una gran movilización que se ha desarrollado por las calles de la capital de Aragón bajo el lema «Salvemos Teruel».

Miles de aragonesas y aragoneses hemos reclamado futuro para las comarcas del Sur. Hemos reivindicado el derecho de una parte de Aragón a infraestructuras adecuadas, comunicaciones, nuevas tecnologías, etc., en definitiva servicios que de una vez saquen del olvido a esas comarcas y acaben con los retrasos e incumplimientos de décadas.

Uno de los problemas que necesita acuciantemente actuaciones eficaces, es el problema de la despoblación.  El vaciamiento de muchos pueblos en beneficio de otras zonas en las que la calidad de vida es mucho mejor que en ellos, o simplemente ponen a disposición puestos de trabajo o diversas oportunidades para afrontar una vida mejor, es una tozuda realidad. Corremos el riesgo de la desaparición de muchas zonas, con el abandono y el peligro que ello conlleva para el territorio.

En el manifiesto leído al final del acto por el profesor y escritor Luis Alegre y Juana de Grandes, entre otras muchas cuestiones, se ha reivindicado la Autovía A-68, Zaragoza-Alcañiz-Mediterráneo; la Autovía A-40 Madrid-Cuenca-Teruel-Alcañiz; el desdoblamiento de la N-211 entre Alcolea y Monreal del Campo hasta Alcañiz; el corredor ferroviario Cantábrico-Mediterráneo por Teruel, de alta capacidad, con doble vía electrificada, para transporte de pasajeros y mercancías; la banda ancha en el 100% del territorio; un plan específico de Teruel; una PAC justa e igualitaria, etc.

Miles de aragonesas y aragoneses hemos demostrado que las justas reivindicaciones de las comarcas del Sur unen a un pueblo ilusionado y con ganas de afrontar el futuro sin temor a los retos, pero exigiendo que se derriben los obstáculos que no permiten avanzar.