Sonia Alastruey, candidata a la alcaldía de Uesca, denuncia que la actuación del Ayuntamiento no es compatible con el desarrollo sostenible y la creación de empleo en la ciudad, ya que favorece a empresas de fuera, cuando se cuenta con profesionales en todos los sectores que crean riqueza y empleo con su esfuerzo, mientras ven que su Ayuntamiento les da la espalda. La publicación por parte del Ayuntamiento de los contratos, pone de manifiesto que no suponen la creación de empleo local, ni un apoyo a las PYMES oscenses, ni al comercio de proximidad, ni apuestan por un desarrollo más sostenible.
La denuncia de los libreros de Huesca criticando una praxis que ha pasado de comprar libros para las bibliotecas todo el año en las librerías de la ciudad, a realizarse en un contrato público que ha sido adjudicado a una empresa de Almería, es solo un ejemplo de esta situación que demuestra una falta de sensibilidad para hacer ciudad, ya que con incluir cláusulas relacionadas con la proximidad se podría intentar evitar esta situación.
Hacemos referencia a intentar porque es verdad que el factor de empresa local no puede ser utilizado según la actual legislación como estrategia de reserva de contratos, y debe justificarse en aras a conseguir la eficiencia de fondos públicos, lo cual es totalmente compatible. Para nuestra candidata, la práctica del ayuntamiento de Huesca/Uesca favorece que empresas de fuera de la ciudad presten servicios en el municipio, cuando se cuenta con profesionales en todos los sectores, además se conseguiría que los impuestos de los oscenses no se vayan fuera de Huesca, dejando de crear riqueza aquí.
Algunos ejemplos pueden ser: la carpa de las Fiestas del Barrio de Santiago que por 3.479 euros se adjudicó a una empresa de Madrid; el alquiler y montaje de carpas destinadas a los puestos de las fiestas en la avenida Monegros, por 14.900 euros, a una empresa sevillana; la poda de plátanos de sombra en el Parque Miguel Servet, por 10.700 euros, a una empresa de Albacete; la adquisición de una máquina de endoterapia, productos fitosanitarios y formación en el manejo de la máquina, por 8.200 euros, a una empresa de Girona; el estudio técnico medio ambiental para solucionar el problema creado por los chopos en la Ciudad Deportiva Municipal, por 1.980 euros, a una empresa de Barcelona…
La propuesta de CHA sería que en los contratos menores, tanto de obras como de servicios, se invite a las empresas ubicadas en el municipio, siempre que existan las mínimas exigidas por ley para cada tipo de contratación y éstas cumplan la solvencia exigida para la capacidad de obrar y la habilitación profesional para realizar la prestación, lo que no supone que un licitador de fuera del municipio, enterado de la necesidad del ayuntamiento, pueda también presentar una oferta en el plazo indicado para ello.
Recordamos que el contrato menor viene definido como aquel contrato de importe inferior a 40.000 euros, en el caso de contratos de obras, o a 15.000 euros en el resto de contratos, ambos antes de IVA, en los que su precio no puede ser objeto de revisión, ni tener una duración superior a un año, ni prorrogarse, cuyo expediente y formalización solo exigirá la aprobación del gasto y la incorporación al mismo de la factura correspondiente y, en el caso de las obras, además, el presupuesto de las mismas.