CHA, con motivo del aniversario de la Constitución, considera necesario impulsar una amplio debate que culmine en los acuerdos y consensos necesarios para reforzar especialmente los derechos sociales y el avance hacia una nueva estructura territorial de carácter federal. Carmen Martínez Romances, Secretaria General, señala que reformar la Constitución es constitucional, está previsto, por lo que creemos necesario dialogar, debatir y buscar los acuerdos posibles que sirvan para resolver todas aquellas cuestiones que, a nuestro juicio, están pendientes, con las adaptaciones que necesita un texto que suma ya cuatro décadas de vigencia.
Es más que necesario, ante los vientos involucionistas, blindar los derechos sociales ya reconocidas e incluir nuevos para garantizar unas mejores condiciones de futuro para la ciudadanía.
Entre los posibles cambios a implementar en esa necesaria reforma, estarían: la imprescindible reforma del sistema territorial, clave en el caso aragonés, para hacer valer nuestra identidad aragonesa y voluntad de querer ser; el blindaje de los derechos sociales como los de Vivienda, Educación, Sanidad, y Dependencia; sin olvidar una revisión íntegra, desde la perspectiva de género, para adaptar la Constitución a la realidad o la propia Jefatura del Estado.
Tampoco hay que olvidar aspectos como los derechos LGTBI, la muerte digna y la propia laicidad del Estado, así como otros, que en los setenta eran impensables, pero que ahora forman parte del corpus de derechos de instituciones como la propia ONU, estamos hablando del derecho de acceso a internet, a la conectividad directamente relacionado con el derecho a la libertad de comunicación y expresión, con el que también podríamos además abordar decididamente cuestiones territoriales, clave en el caso de Aragón y profundizar, igualmente, en la sociedad del conocimiento.
Sin embargo, ahora que ya existe ese respaldo social, según diferentes informes, resulta que nos encontramos ante el peor escenario político posible para afrontar estos cambios, si queremos que sean de calado, rigurosos y coherentes.