Más de un año después de que se publicase el avance del Plan GIRA (Gestión Integral de Residuos de Aragón) 2016-2022, se ha abierto el proceso de participación ciudadana para recibir aportaciones para la elaboración del futuro Plan. Se ha iniciado la fase deliberativa del proceso, en el que se prevén realizar talleres presenciales en Zaragoza, Huesca y Teruel entre el 12 y el 18 de julio y se ha establecido una vía de participación online. 

Este Plan debería establecer una serie de objetivos estratégicos, en los que, como criterio genérico, tendríamos que estar de acuerdo la mayoría de la sociedad: la prevención-reducción en la generación de residuos, el impulso a la reutilización, la recogida selectiva y el reciclaje, la promoción de la economía circular, la contribución a la lucha contra el cambio climático, el liderazgo de la gestión pública y la capacidad para la generación de empleo de calidad.

El objetivo debería ser convertir a Aragón en una sociedad eficiente en el uso de los recursos y que produzca menos residuos. Se trata de sustituir una economía lineal basada en producir, consumir y tirar, por una economía circular en la que se reincorporen al proceso productivo una y otra vez los materiales que contienen los residuos para la producción de nuevos productos o materias primas. En este planteamiento, el reciclaje o la valorización material de los residuos, juegan un papel primordial.

Sin embargo, desde Chunta Aragonesista creemos que para llegar a esos objetivos deseables hay que dar ya “una vuelta” tanto a este Plan GIRA como a la actuación política que están desarrollando determinadas instituciones públicas. Hasta la fecha consideramos que existe una «provocada descoordinación institucional» a la hora de abordar este plan, ya que determinadas instituciones públicas, como el Ayuntamiento de Zaragoza, la Diputación Provincial de Zaragoza, o, lo que es más grave, entidades semipúblicas que escapan al control de las administraciones como GRUSHA en Huesca, están saltándose ésta obligada coordinación territorial para impulsar acciones (Por ejemplo el protocolo recientemente firmado entre la  DPZ y el Ayuntamiento de Zaragoza, o el macrovertedero diseñado para Huesca) en los que, lejos de contribuir a conseguir estos objetivos, se ahonda en el problema abandonando la idea de tratamiento de residuos en origen y se fomenta la política de macrovertederos.  Todo esto sin contar con el Gobierno de Aragón, en una muestra más de incapacidad para tener una visión global de los problemas y del mejor tratamiento de los mismos.

No podemos olvidarnos tampoco del amplio campo de mejora que tiene abierto ante sí el Gobierno de Aragón en esta cuestión.   Chunta Aragonesista fue el único partido que presentó alegaciones, el pasado mes de junio de 2016 , al avance del Plan G.I.R.A., porque frente al modelo que proponen de grandes instalaciones a los que llevar todos los residuos de Aragón, desde  Benasque o Ansó hasta Huesca, o desde Uncastillo o Caspe hasta Zaragoza, desde CHA abogamos por  un modelo vertebrador y sostenible territorialmente con instalaciones de menor tamaño y más cercanas al lugar de origen, y dando prioridad a la prevención y al reciclaje.

Si ya se ha hecho con el Plan de Depuración, abandonando el anterior modelo insostenible, apostando por unos proyectos más ajustados, económica y ambientalmente a nuestra realidad territorial, ¿por qué no aplicar el mismo criterio para el Plan G.I.R.A.?, ¿no hemos aprendido nada?

Ante esta situación consideramos necesario que las instituciones públicas implicadas se coordinen ya para establecer un modelo de gestión. Igualmente demandamos que, en este proceso abierto de participación ciudadana para recibir propuestas para el Plan GIRA, se sea capaz de rectificar y avanzar en un nuevo plan sin la incorporación de grandes infraestructuras y optando claramente por , entre otras cuestiones, fomentar el uso eficiente de los recursos, impulsar políticas que apoyen una menor generación de residuos, contribuir a la creación de empleo social y de innovación , aportando, por tanto, a la estrategia frente al cambio climático, promover la investigación y el ecodiseño de productos y servicios, así como el consumo responsable, implantar un modelo basado de gestión pública de residuos domésticos que regule fiscalmente las diferentes opciones de tratamiento y el pago por generación y que bonifique aquellas opciones que superen los objetivos establecidos y reducir al máximo el depósito de residuos en vertedero, especialmente los reciclables, evitando que llegue residuo no tratado, esto es, vertido directo cero.

David Félez.

Coordinador del Rolde de Meyo Ambién e Politica Idrolochica de Chunta Aragonesista (CHA)