El grifo es un animal mitológico, cuyo aspecto externo conjugaba la figura de un león alado con una cabeza de águila. Originario de las civilizaciones del antiguo Oriente Medio fue pasando a las culturas clásicas mediterráneas, convirtiéndose en un elemento habitual en el mundo artístico. De este modo, en Roma se asociaba con Némesis, la diosa de la venganza (¿primera comparación con las políticas de Casado?), y a su vez lo usaban para decorar, murales, frisos…, pero también para dar más vistosidad a fuentes y surtidores de agua, que ya empezaban a llenar las calles de la ciudad. De ahí, de este origen, vinculando el líquido elemento y lo ornamental, derivó el nombre hasta la actual llave colocada en la boca de las cañerías que usamos ahora, diariamente, en nuestras viviendas.
Valga esta introducción de la historia del arte para hablar del «grifo de Casado» que, cual ser destinado a mostrar su superioridad y poder, ha tomado su primera decisión política: “Cerrar, a rosca completa, la ventana de oportunidad” que abría Europa para rebajar las condiciones de cumplimiento de déficit.
El PP ha votado NO en el Congreso y en el Senado, donde conserva la mayoría absoluta, para impedir la aplicación de esta medida, perjudicando a todos y cada uno de los Gobiernos autónomos, incluido Aragón, que van a padecer con la merma correspondiente de ingresos adicionales para poder ejecutar las políticas necesarias destinadas a revertir los recortes de años de políticas de la derecha de Rajoy y Rudi. Lejos de mostrar un modelo político distinto, Casado y el PP recurren a lo de siempre, como prueba palpable de advertencia de lo que nos espera de su forma de actuar en la oposición y de su llegada, el cuerpo electoral no lo quiera, al gobierno.
Y es que el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) había dado el visto bueno a la nueva senda de estabilidad financiera para el periodo 2019-2021, con una importante novedad: Flexibilizar los objetivos de déficit público después de conseguir de la Comisión Europea un nuevo margen más realista con las necesidades del Estado. Mínimo avance, a juicio de Chunta Aragonesista, pero bienvenido sea si podía suponer el comienzo de un cambio de tendencia.
Al igual que los sátrapas adornaban sus estancias con ornamentos, realzando su poder ante los visitantes, Casado ha mostrado abiertamente a toda la ciudadanía cuál es su verdadera “tarjeta de presentación” en esta nueva etapa de máximo responsable de las políticas del Partido Popular, privando, de momento, a Aragón de hasta 70 millones de euros adicionales. Ahora cuándo Beamonte reclame al Gobierno de Aragón más actuaciones, pero con bajada de impuestos, ¿cómo justificará esta decisión de su nuevo líder en Madrid?
Ya vimos como “el más con menos” del PP-PAR era un eufemismo para decir que el grifo de inversiones y de políticas sociales se cerraba durante los cuatro años de su gobierno….Y así quieren seguir.